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Campañas para eliminar los productos de usar y tirar.
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Políticas (Ley del envase: no al agua envasada en plástico) tendentes hacia una reducción progresiva del envasado y fomentando la reutilización o reciclado de los envases.
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Fomento de la investigación de fórmulas de venta a granel de los productos en que esto sea posible, recuperando modos de hacer tradicionales.
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Fomento del consumo de productos alimentarios ecológicos, de temporada y de proximidad, apoyando la creación de cooperativas de consumo y del asociacionismo de consumidores, así como el fomento del consumo interno de productos propios a través de, entre otras medidas, desgravaciones e incentivos fiscales.
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Potenciación del arbitraje de consumo y de los organismos reguladores y supervisores de Consumo, con presencia de los consumidores y arbitrando formas de consulta reales y eficaces.
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Promover el ahorro consciente y el consumo consciente que evidencie la relación existente entre la gestión de las masas financieras y el modelo económico.
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Promover el fomento del asociacionismo. Consideramos que el asociacionismo es la mejor manera de difundir y defender los derechos de los consumidores.
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Vigilar y perseguir la publicidad engañosa que atribuya a los productos cualidades que no tienen, sobre todo las alusiones a la nutrición, la salud y a bondades ambientales ecológicas.
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Se estudiarán fórmulas para que el coste del marcado ecológico de los productos no recaiga en el/la consumidor/a, ni en el/la productor/a, sino en quien contamina.
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Impulso del pequeño comercio local frente a las grandes superficies con todos los medios al alcance de la administración.
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Aplicación de todos los criterios de consumo responsable en las compras que deba realizar la Administración Pública.
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Incorporar la salud como valor inherente del consumo, atendiendo a la seguridad de los productos. Se tomarán medidas legales contra los productos con marcado CE que no cumplan las normas a las que están sujetos.